Una promesa se asoma
entre tantos recuerdos,
es casi una profecía,
el viento loco del sur,
ese que lo revuelve todo,
en su arrebato matinal
llama al viento del norte,
que en el frío glaciar
parece cerrar sus ojos,
le recuerda esa promesa
sellada por un beso de verdad,
de volvernos a encontrar
y trae remembranzas,
una pluma de arrendajo azul
llegó hasta mi ventana,
con ella, la esperanza,
los cuentos de los abuelos
herencias olvidadas, sueños
que presentes siempre están
dentro del cofre de tesoros
que esconde el alma.
GT
09/2015
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