Derecho reservado.
Yo rimaba y rimaba
un día creí que se secó la fuente,
ni versos fríos, ni versos calientes,
podría jurar que en mí,
la inspiración moría y
no deseaba rimar nunca más.
Fue entonces que comprendí
que la poesía no era mía,
pertenecerá por siempre
a todo lo que se vive o se siente,
a aquello, a quien o quienes
la han logrado inspirar.
Gloria Trejo Mex /USA
07/16